domingo, 25 de septiembre de 2016

El corazón es un músculo, no una tacita de té

Cierta tarde mientras caminaba por las calles del centro de Bogotá, acompañada de quien podría decirse que es mi conciencia, dijo una frase que literalmente me llego al alma y  es sobre lo que quiero escribir hoy;  ciertamente la cultura, los cuentos de hadas o nuestras madres nos han enseñado que el corazón es una tacita de té que debe cuidarse y protegerse como un preciado bien, pero  no, el corazón es un musculo que debe entrenarse….

Sí, la tusa es horrible y el dolor que se siente en una desilusión amorosa es fatal,  pero si no la vivimos de qué otra forma vamos a aprender a tener relaciones sanas y fuertes.  ¿Leyendo Paulo Coelho? o  ¿Corín Tellado? ¿Walter Riso? 

No, para amar es necesario romperse y reconstruirse;  yo he sido del discurso “tengo miedo a que me lastimen” “tengo miedo a que me hagan daño” y hacerme la  víctima cuando he sido victimaria, pero me  canse de vivir en el miedo, de vivir asustada,  de hacerme el pajazo mental  de que me van a lastimar,  y si me lastiman ¿qué? O sea ¿cuál es problema?  El problema no es que duela, el problema es que no sepa corregir los errores y siga haciendo las mismas pendejadas con diferentes personas  (por un momento me sentí como Arjona;  kill me please)

El amor  es una construcción y es de dos, es  entrenamiento, deseo,  sacrificio y  consensos, es madurar emocionalmente y reconocer los errores de igual forma que los aciertos, es de  peleas y reconciliaciones.

Por eso la invitación es a rompernos para reconstruirnos, es  a disfrutar el infierno de la tusa para  renacer en el paraíso del amor;  es a no perder la esperanza de que algo mejor puede suceder, a soltar el pasado, vivir el presente y edificar un futuro, a volver a tener brillo en los ojos, a reparar el radar y escoger mejor a los compañeros del camino.

Sé que es difícil encontrar alguien con quien uno haga clic, o alguien que haga danzar nuestro cerebro,  pero en gran parte es porque nos cerramos a las oportunidades y vamos por el mundo  en una burbuja  esperando que alguien la rompa para hacernos vibrar nuevamente….. Que tal  si tomamos la iniciativa  y  rompemos la burbuja nosotros mismos, al menos una sola vez para ver qué pasa.

 No sé si funcione o no, pero de algo estoy segura y es que cuando uno  menos lo espera aparece el  conjunto de rarezas que encajan  celestialmente con las nuestras y   se da un  romance  perfecto  así no sea eterno.

 Recordemos a Leeloo y Korben Dallas demostrando que el amor es lo único que puede salvarnos.


Dulces y pervertidos sueños 

lunes, 19 de septiembre de 2016

El purgatorio de las relaciones abiertas

Según la Divina Comedia de Dante,  el purgatorio se  encuentra entre el infierno y el cielo, sus habitantes son almas que ya están salvadas pero necesitan de la reflexión y arrepentimiento para alcanzar la gloria en el paraíso y justamente eso son para mis la relaciones abiertas un limbo que puede hacerte ver el paraíso o padecer  en el infierno.

Existen a mi entender dos tipos de relaciones abiertas la primera es en la que dos personas  tienen encuentros romántico sexuales amatorios esporádicos,  sin ningún tipo de compromiso,  responsabilidad o escenas de celos, básicamente es tener un noviazgo solo con las cosas buenas, sin enredos emocionales, solo se comparten momentos de pasión, una que otra película y ya pasado este instante si te vi no me acuerdo y eso en la teoría suena perfecto…. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho y uno se las da muy open mind,  pero…. siempre hay una de las partes que termina llevado hasta el tuétano y sufre en silencio con unas películas armadas en su cabeza que superarían cualquier film de Tarantino.

Por otro lado  están las parejas establecidas que por mutuo acuerdo deciden darse un respiro y abren las puertas para que nuevas pieles refresquen lo que la monotonía esta por matar;  esta es la que me parece más peligrosa, y difícil yo lo intente,  pero siempre tenía  dos ideas recurrentes, ¿No soy suficiente? ¿Haces lo mismo conmigo que con ellas?... Y en mi caso el miedo no es que   tenga sexo con otras,  mi miedo es que las quiera, que yo deje de ser el objeto de deseo, por eso una de las primeras reglas es que  primero en casa luego por fuera, o sea  en casa no puede faltar nada, no es buscar afuera lo que no hay dentro,  eso  literalmente es la puta cagada, y termina uno  viviendo un infierno en donde todo es gris, y en momentos hay una mirada acusadora de “sé lo que estás haciendo” y aunque duele no se dice nada……

 4 Reglas para las relaciones (no solo abiertas)

1.    Términos y condiciones: hablen de cómo quieren que sean las reglas del juego, cuánto va a durar, donde sí o dónde no, con quien, si quiere saber qué pasó u ojos que no ven corazón que no siente, aunque sean cosas mínimas, si es lo que realmente quieren, lleguen a acuerdos y respétenlos.

2.    Controle los celos: usted sabe en que se metió, simplemente asuma, recuerde usted está haciendo lo mismo y si usted no lo está haciendo  algo falló en la primera regla.

3.    Se genera vinculo no apego: o sea esa carnita la puede querer, saborear, lamer, utilizar  pero no es su propiedad, no es un objeto que atesorar

4.    La pareja siempre es prioridad:   esta  debe ser la potra(o) que pise más fuerte en el hipódromo de su corazón. Es su niña(o)  mimada  no le puede faltar nada.

En síntesis si usted tiene una relación abierta y está en buenos términos lo admiro, esas personas me parece que  están  más allá del bien y del mal y hasta los envidio yo simplemente no puedo, odio las aguas tibias, considero que la perfección es aburrida y que cuando uno llega a ese punto ¿qué pasa?....  Las relaciones abiertas en cierta parte me parecen grises y planas,  como si fuera un escampadero;  como si esperara  un amor más  fuerte, más turbio  ese amor  caótico que nos lleva al orden.


Dulces y pervertidos sueños 

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Del sexting y otros demonios

En estos días recordaba con cierta nostalgia las  tardes de sábados o  Domingos en las que uno veía canal caracol en familia, y se sabía de memoria  el diálogo  de las películas de  Jean Claude Van Damme,  Bruce Willis, Sylvester  Stallone y justamente de este último recuerdo una película que me rayo la cabeza  y es en la que este tipo es un policía que lo ponen en criogenia y luego lo despiertan para que atrape el villano. “Demolition Man”.

 Claramente no me sorprende la criogenia, me sorprendió en su momento, la escena en la que el pobre hombre esta con unas ganas incontenibles de tener relaciones con la protagonista,  ella con sonrisa pícara dice ya vuelvo voy a ponerme cómoda, y sale en bata de baño y con  un casco de realidad virtual y al cerrar los ojos  tienen una especie de encuentro sexual, sin tacto, sin intercambio de fluidos, sin besos, sin pieles erizadas…

 Desde que vi esto, ha existido una idea recurrente en mi cabeza ¿El sexo se volverá una cuestión virtual?...... Y muy a mi pesar debo decir que si;  gracias al maravilloso sexting; que debería ser una oportunidad para reavivar la magia de la pasión con la pareja, se volvió una de las formas fáciles de sentir placer y alimentar el ego, solo con oprimir el apéndice táctil de nuestro cuerpo, ahora enfocar los centímetros de piel que importan, nos genera placer, sin siquiera sentir la respiración agitada del otro, ni ver sus mejillas sonrojadas, su pupila dilatada,  o sus labios entreabiertos pidiendo más…

 Y no está mal, a mí me parece genial la capacidad que tiene alguien para estimular mi cerebro a través de una pantalla, despierta un morbo increíble y hasta podemos sacar una faceta un poco más salvaje, un alter ego masoquista o que se yo…

 Pero generalmente se queda ahí, en la virtualidad, pocas veces se realiza un encuentro real, concretar un café es una actividad casi imposible, y si se da, en ocasiones resulta incómodo, como si se perdiera la magia; eso si no en todos los caso, hay unos, en los que la tensión se hace más fuerte y termina uno besando a Dios y al Diablo al mismo tiempo….

En general no estoy en contra del sexting o del sexo telefónico, estoy en contra de los encuentros no realizados, de la gente miedosa, facilista o perezosa  (como yo) que encuentra mayor satisfacción en una foto, en un audio con gemidos o en un video que en el contacto real….

Volvamos a los besos, a las caricias, a sentir el cambio de temperatura corporal, a oler, al intercambio de  fluidos, volvamos a conectarnos de verdad, cerebro con cerebro, piel con piel….. Volvamos a ser como animales  al sentir y al amar.


Dulces y pervertido sueños

jueves, 8 de septiembre de 2016

Prefiero morir siendo tú Sabina, que vivir como tú Teresa

Para los que no entienden la frase anterior, hago referencia al libro de  Kundera  “La insoportable levedad del ser” si usted no ha leído este libro, le ruego no lea este post contiene spoilers   … si desea continuar es bajo su responsabilidad.  Claramente no voy hacer un análisis del libro, ni hacer un resumen o algo por el estilo, lo que  intento hacer, es dar una diminuta descripción de lo que pienso de cada una y que se entienda el porqué de mi frase.

Teresa, enamorada de Tomas, se entrega sumisa y complaciente a él, su principal objetivo en la vida es tener a Tomas a su lado,  aguanta las infidelidades, el que su marido llegue con el olor al sexo de otra;  es a mi forma de ver, es la típica esposa abnegada que se conformó con tener un marido, con tener a alguien al lado, que ve en sus pocas demostraciones de afecto el paraíso, y se satisface con eso, considera que eso está bien, en definitiva lo ama.

En cuanto a Sabina,  muestra todos los males de la caja de pandora, es seductora,  erótica, artista,  huele a magia, esconde una cantidad de secretos bajo su sombrero  hongo,  es desinhibida,  ama la libertad, no quiere ataduras de ningún tipo, aún así está repleta de miedos  e inseguridades….

Si   en algún momento tuviera que elegir prefiero mil veces mi libertad en soledad que el cautiverio del amor, aclaro del mal amor.
  En definitiva ninguno de los dos extremos  es bueno, debe existir un equilibrio entre ser un derroche de sensualidad y erotismo  con episodios de ternura  y afecto;  ser  sumisa, complaciente, tierna, amorosa  y  un huracán que mueva las entrañas,  agite cerebros y  rompa patrones  en  el momento oportuno con la dosis justa….

Prefiero mil veces  ser una fantasía efímera,  a un  mal amor  eterno.
Prefiero mil veces la levedad del placer al   peso del desamor.
Prefiero mil veces morir en el olvido, que vivir en el presente truncando un destino.
Prefiero morir  siendo tu Sabina que vivir como tú Teresa.

“El amor empieza en el momento en que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética”  Milan Kundera; La Insoportable Levedad Del Ser.


Dulces y pervertidos sueños. 

domingo, 4 de septiembre de 2016

Dime cómo lees y te diré que tan buena pareja eres…

Si la anterior frase fuera cierta y se pudiera predecir el comportamiento de una persona con su pareja, por como lee o como trata sus libros, creo que estaría jodida... Pero podría funcionar  y es que cuando un libro me atrapa literalmente me lo devoro, activo el modo sanguijuela y quiero conocer todo de él, lo succiono, lo cargo para arriba y para abajo,  no quisiera dejarlo ni un segundo, escribo las partes que más me gustan, doblo sus esquinas, lloro con él y generalmente  tiene un mancha de café,  duermen  en la cabecera de mi cama y tiene un lugar especial en mi estante de libros; pero al final  estos están  tan sacudidos que cuando alguien los ve, me levanta la ceja y me dice con tono despectivo “Eres súper descuidada con los libros”  y no es descuido,  es intensidad, y justamente es esta intensidad la que  me hace una mala pareja, odio los amores pasivos y estáticos, me asustan los amores tranquilos, prefiero los que te matan en pocos segundos, los letales,   los que rasgan el alma, los que dejan huella para siempre;  sin embargo  los mejores se vuelven recurrentes y de vez en cuando paso mis manos por sus hojas  recordando antiguas vibraciones  y emociones,  eso también lo hago con mis ex parejas  y no porque quiera revivir cosas, no, es simple agradecimiento y una correcta ruptura.

Ahora esto es como trato los libros, pero como leo eso sí es complejo; generalmente me  aburro muy fácil,  ergo empiezo uno y siempre llega otro que me cautiva, me atrapa y me hace pecar,  pero luego me acuerdo del otro y siento culpa y vuelvo con él  y así hasta que  los termine…. eso  sí jamás de los jamases ha entrado un tercero al terreno de lectura, mi corazón solo alcanza para dos, y aunque en mis relaciones  nunca juego a dos bandos, cuando estoy sola si tiendo a interactuar con varias personas  (siempre respetando las reglas de juego)...

 Leo en cualquier parte y en las posiciones más extrañas, cuando leo me olvido del mundo, me dejo llevar y así me pasa cuando me enamoro, no tengo límites, puedo durar hasta las 4:00 de la mañana diciendo un capítulo más y me acuesto,  así mismo soy con mis parejas me entrego por completo….

En resumen,  no creo que podamos predecir en su totalidad  el comportamiento por  cómo alguien es con algo, pero si puede darnos ciertas pistas,  todo esto sin olvidar que cada interacción es distinta, las personas  como los libros nos despiertan emociones diferentes  y  de algo estoy segura  los libros como las personas aparecen el momento preciso, no antes, no después, aparecen para enseñarnos algo, para cambiar algo  y nunca, nunca  volvemos a ser los mismo después de este encuentro.    


Hasta la próxima;  Dulces y pervertidos sueños