sábado, 10 de noviembre de 2018

Las relaciones de ahora son contratos por “prestación de servicios”



Es raro volver a realizar el ejercicio de escribir, han pasado un montón de cosas nuevas  en mi vida, las cuales no esperaba;  razón por la cual  estaba evitando esta charla conmigo misma, pero llega el momento de servir un café caliente, poner Nosotros de Babasonicos  como banda sonora y empezar a  desenredar la cuerda acumulada en mi cabeza. 

 Hay algo que me tiene sumamente pensativa y en cierta medida asustada, y es  lo light de relaciones, cada vez son  más “cero compromiso, cero estrés” o la frase típica “en este momento no quiero nada serio  con  nadie” lo que se traduce a  “en este momento no quiero nada serio pero CONTIGO y eso es lo que más me rompe los ovarios, literalmente, y es que da la sensación de no ser “suficiente”.

Imagínese el siguiente panorama: uno lleva como 6 meses compartiendo con esa persona y  no solo un aspecto sexual, sino confidencias, plan arrunchis, paseos, se quedan a dormir juntos, ven series, comparten libros, películas  y todas esas cosas que se supone que uno hace con una pareja  y de un momento a otro esta persona desaparece sin motivo, sin explicaciones y cuando uno menos lo espera se choca  con la foto en Instagram con una nueva pareja, casados y hasta con hijos……

  Eso rompe el corazón, la autoestima y la sensación de ser un escampadero es horrible,  obvio la culpa es de dos, uno por no  hacer un alto y decir bueno: yo quiero tal cosa ¿sumerce que quiere? Y del otro por enviar las señales equivocadas.  

Aunque si a uno le advirtieron y uno siguió metido, la culpa no es del otro, la culpa es de uno solito que considera que lo único que merece son migajitas…

De igual forma pido perdón a quien le pude hacer esto,  es obvio en algún momento he enviado las “señales equivocadas” por más que intento ser sincera, también soy un ser humano y suelo equivocarme.

 Gran parte del problema no solo es  el miedo al compromiso, es la falta de comunicación, en algún momento del camino se instauró la cultura de que expresar lo que uno sientes es peligroso, de que sentir amor es ridículo, pasado de moda, utópico, e imposible y que es mejor ser una “perra sin sentimientos o un macho cabrío” y el resultado de esta  idea es un montón de “adultos” inseguros e indecisos, que a la menor muestra de afecto salimos corriendo; es como si nos ofrecieran un contrato a termino indefinido con todas las prestaciones de ley y beneficios de empresa, pero siguiéramos prefiriendo el contrato por prestaciones de servicios por “la libertad de horarios” y la posibilidad de hacer diversidad de cosas, el no tener un jefe.. Y pues cuando uno va a ver esta clavado los domingo con un pelele al otro lado del teléfono diciendo que arregle los “últimos detallitos del proyecto”.  

Y si,  hay momentos en la vida en los que uno necesita freelancear y en otros necesita  estabilidad, el punto crucial en este asunto es saber qué tipo de contrato, relación, cuento, arreglo tiene y quiere uno, ser sincero con uno mismo y con el otro, si lo que empezó como una relación cero compromiso, cero estrés y a los tres meses sintió que se le enredó la cuerda en la cabeza dígalo, eso sí preparado a que no se vuelva a ver con el susodicho…. Pero es preferible ese dolor a los tres meses y no al año, cuando uno está llevado, rezado y amarrado por las artes amatorias del otro, o si quería una relación estable y al tiempo se dio cuenta que pues  no, no era lo que quería, pues dígalo en vez de estar coqueteando con cuanta persona aparezca.

En definitiva a mi me aburren los amores tibios, yo aun quiero un amor visceral y desgarrador, de esos que queman la piel, de los generan un big bang mental y con el cual te dan ganas de comerte el mundo…. O bueno al menos arruncharme un domingo lluvioso.  

Dulces y pervertidos Sueños.
Ratona.