Siempre
he pensado que el amor es una especie de vorágine, carnal, visceral, catastrófico, lujurioso; para mí el amor debe ser como un rayo que te
parte en dos, que cuando ves a esa persona, tiemblas, sonríes, hay cierto desorden hormonal, por decirlo de
alguna forma, es fugaz pero intenso, casi que de la forma en la
que se crea una estrella, aquí voy a parafrasear a Stephen Hawking en su
libro
La Teoría Del Todo, en el cual dice que entre
mayor combustible tiene una estrella, más rápido lo consume, por aquello de que para tener su atracción gravitatoria equilibrada, debe estar caliente, y cuando el combustible
se agote se enfriará y empezara a contraerse.
Pero
aunque suena bonito y sumamente atractivo, será que si funciona de esta manera, o es solo
un pensamiento utópico que tengo en mi cabeza; ¿y si el amor nace sin chispitas
mariposas?
Como si fuera una elección o peor aún, una
decisión, me explico es como si el amor empezara por una “amistad” o por “philia”
y no por “eros”, por el deseo, que empezara de una forma calmada, tranquila,
suave, como si no fuese a doler o como si fuere para toda la vida, y aunque entiendo y estoy convencida que el amor es una construcción y que sus bases
están en la paciencia, amistad, lujuria
y sacrificio, no me cabe en la cabeza que el
amor deba ser una cosa tan pacífica y con lo que menos estoy de acuerdo es que se crea que es algo eterno, lo prefiero mil veces efímero e
intenso que eterno y aburrido.
Toda
esta carreta viene a que en el último año he tenido un número considerable de
citas, he conocido personas increíbles,
que cuentan con una infinidad de rarezas que me encanta pero, pero, pero…. No hay chispitas mariposa por ningún lado, o
por el contrario hay gente con la que uno se encuentra y es un volcán en
erupción, un gusto netamente carnal pero nada más, es como si faltara algo y o
a ellos, es a mí a la que le falta ese “algo” y las
pocas veces que las he sentido, que han intentado encenderse, ha sido
en los casos más absurdos, tan absurdos que hasta me da pena contarlos.
Supongo
que un “autosaboteo” o miedo a las maripositas o tener mil
ilusiones y quedar de nuevo viendo un chispero; lo acepto le tengo miedo cada
vez menos, pero aun lo tengo.
Una
cosa si es clara y de suma importancia, las chispitas mariposas de este lado se
prenden si uno ve algo de luz al otro lado, porque es muy jodido tener uno a este lado un show de juegos pirotécnicos
y que el otro lado no se vea ni la luz de un fósforo.
Este
creo que es uno de los peores escritos, caótico, desordenado, sin tanto estilo,
sin enseñanza, ni invitación, pero es
que por estos días mi cabeza esta así desordenada, me he sentado tratando de
escribir y por ningún lado me cuadraban las ideas, pero Prometo
reivindicarme.
Dulces
y pervertidos sueños
Gracias
por leerme
Con
Amor; Ratona