“Yo que ni el pasamanos he podido cruzar una sola vez
completo
Me inscribí a clases
de pole dance”…
Todo
inicio por una mujer maravillosa a la que hoy tengo la fortuna de llamar amiga,
con la que el universo en su infinita sabiduría me topo y es que aburridas de
solo comer y dormir los fines de semana buscamos una actividad para realizar y
la verdad no tengo idea en que estábamos pensando cuando tomamos
esta decisión, pero las clases de Twerk o el tiembla
nalgas como le decimos, combinadas con pole dance nos parecieron la opción más
adecuada.
Después de una larga búsqueda en Internet fuimos a visitar la academia, la cual es una
casita súper coqueta en chapinero, eso sí
dimos 80.000 vueltas antes de encontrarla, pero en el momento que
entramos sabíamos que queríamos estar ahí; el piso de madera, los espejos gigantes, los
tubos dorados, las telas rosadas y unas alas multicolor dibujadas en la pared,
fueron el escenario perfecto para dejar
los miedos y prejuicios atrás; aunque creo que lo que más nos motivo fue ver un pedacito de la clase que se estaba
dando en ese momento; un hombre alado sobre unos tacones negros brillante
de casi 22 centímetros, liderando los movimientos enérgicos de 7 u 8 pole dancer al ritmo de rompe de Daddy
Yankee, donde literalmente estaban rompiéndola, nos dio el empujón final para meternos de cabeza en esta aventura.
Iniciamos con clases de Twerk, tras una hora
de "un, dos, tres, cua... cha cha chahcha" y sudar como caballo en feria de pueblo,
descubrí partes de mi cuerpo que ni sabía que existían y cuando digo descubrí es por el dolor que me
quedo, pero fue fantástico, así no dé pie con bola con la coreografía, confunda
izquierda con derecha y diga jamás voy a
mover las nalgas de esa manera, la clase me pareció deliciosa.
Seguimos
con las clases de pole y sexy pole, (ambas con el profesor alado de la primera
visita) yo, en mi ignorancia pensaba que
todo era lo mismo y pues no, la clase de pole dance fue durísima es más, llevo como 6 clases y aun no logro sostenerme en el tubo y ni pensar en hacer
figuras, pero así me demore 10, 15 o 20
clases para subirme al tubo con estilo y elegancia lo voy hacer; lo más bonito
es vencer los miedos, el sentir la fuerza interna que tienes te hace pensar si puedes sostener tu
propio peso puedes con todo, eso si se necesita disciplina, constancia y mucha tolerancia a la frustración; seguimos
con la clase de sexy pole la cual se tiene como reto seguir una coreografía en tacones, rodilleras sacando toda la sensualidad que llevamos dentro, la primera clase no se me
va a olvidar jamás, fue el 4 de mayo (el día de star wars) y la banda sonora de
esa clase fue “Tainted love de Marilyn Manson", así después de terminadas las dos horas de entrenamiento, salimos con el cuerpo mal trecho, uno que
otro morado (aunque acepto que para mí
son como medallas de honor ) el alma llenita de júbilo y la sonrisa de oreja a oreja, supongo que
así se sentían los hombres después de una batalla cuerpo a cuerpo.
A
medida que vamos avanzando las clases se tornan más fáciles, el disfrute es
mayor y ver al hombre alado en el tubo es algo que te impulsa a seguir
cada día, su calidez, sus chistes la corporeidad y sensualidad que tiene es increíble, la
forma de transmitir emociones con el cuerpo, y es que verlo sobre sus tacones,
hacer mil combos en el tubo, es mágico, en momentos parece irreal, lo más
lindo no solo es que te hace creer que
también puedes volar, ¡ el te enseña a volar !……. y aunque los profes de la academia
son divinos todos, yo le tengo un cariño especial al hombre alado, por eso tanto derroche de amorsht.....
Hay
una cosa que es necesaria resaltar, el cuento no es solo el reto personal, lo interesante de la experiencia, es la creación de vínculos y la interacción
con otras chicas, aunque el mito urbano es que entre mujeres nos hacemos el
feo, aquí pasa todo lo contrario, las más avanzadas nos muestran y explican con
cariño los movimientos, corremos a sostener a la que esta tambaleándose en el
tubo, aplaudimos y celebramos la figura de la otra, aquí no hay comparaciones o
comentarios feos sobre como se ve, si se le marca o que se le marca, no, acá nos apoyamos entre
todas, somos unas amazonas buscando,
desarrollando y sacando toda nuestra fuerza interior......
Me despido con el que creo es el mejor
aprendizaje de esta experiencia y es que así este uno a punto de caerse, ya no
sienta los brazos y las piernas tiemblen, siempre hay que “Respirar, Sonreír, y
estar en puntas de pies” gracias a @andruriveraexotic (el hombre alado) y gracias @PoleDanceBogotá por ayudarnos a construir el sueño de volar.
Dulces
y pervertidos sueños
Con
Amor, Ratona.